Sunday, April 25, 2010

Por qué los jordanos odian a los palestinos y viceversa

Hace un par de semanas hubo un partido entre los equipos de fútbol locales, el Faisaly Club, que está formado por jordanos y el Wahdeh, que está compuesto por palestinos. Siempre que hay un derby, al día siguiente los periódicos se llenan de noticias sobre enfrentamientos entre fans de ambos partidos. No es que sea como el Atleti o el Real Madrid, que se dan palos gratuitamente por que sí, por amor cerril al fútbol, si no que aquí toma tintes políticos entre los jordanos y los palestinos. Es ahí cuando pueden zurrarse lindamente con la excusa del fútbol, pero lo que en realidad late bajo la superficie es una rabia mutua. Para corroborarlo, el mismo día del partido, un conocido mío, jordano, se puso a cantar insultos hacia el Wahdeh y los palestinos.

No es que a mí me importe tanto ni me meta en la gresca encubierta que se traen entre los que se denominan jordanos puros y los palestinos, pero a veces se me hace ridículo el odio que se tienen entre ellos. Y eso si existe el "jordano puro" o el "palestino puro", por que por esta zona están todos tan mezclados que hace tiempo las denominaciones de origen perdieron todo sentido.

Los jordanos les acusan de ser unos desagradecidos, que Jordania les acogió y les dió cobijo cuando corrían peligro de convertirse en apátridas tras la fundación de Israel. Además tampoco les perdonan la revuelta palestina de 1970, el "septiembre negro", tras la cual muchos palestinos fueron expulsados al Líbano. También se quejan de que los palestinos son unos ingratos que critican el país a cada rato y que en el fondo no se sienten jordanos ni tienen ningún sentido de patriotismo.

En el caso de los palestinos, ellos se aducen que los jordanos les deben todo lo que tienen por que cuando ellos llegaron, Jordania era apenas un país de un millon de habitantes, de los cuales la mayoría eran granjeros, pastores o beduinos y que ellos les trajeron la cultura y básicamente, todo lo que tienen ahora. En el fondo, los palestinos están, perdón por la expresión, bastante jodidos, por que aquí los cargos de importancia los ocupan siempre los jordanos, al igual que en la Policía y el Ejército. Son una mayoria gobernada por una minoría, por que de los que se consideran jordanos puros habrá un millón y poco, y el resto de la población son 5 millones de palestinos.

En la capital, Amán, los palestinos son el 85 por ciento. Por eso cuando algún jordano me dice que no se relaciona con los palestinos, me río, por que lo tiene difícil, cuando son sólo el 15 por ciento. A mí me gustaría explicarles que en el fondo da igual por que fuera de Oriente Medio se les mete en el mismo saco a todos sin importar de dónde vengan sus padres, y pasan a ser simplemente, árabes.

Me pregunto cómo acabaría un partido entre israelíes y palestinos...

Inshaallah, hasta otro día...

Tuesday, April 13, 2010

Dedicado a Fairuz

Me parece que la medianoche, los minaretes y Fairuz hacen una combinación estupenda de melancolía.
Hasta me parece que te veo entre las volutas de humo, o alguien está fumando marihuana a mi lado.

Por qué las árabes no van a los cafés

Estoy sentada en una tetería llena hasta los topes de hombres con barba y pinta de tramar algo y además soy la única mujer. De fondo se oye una canción de fairuz y el humo dulzón de las pipas me hace toser. En cuanto he entrado, el camarero me ha preguntado si estaba segura de que quería quedarme; yo le he dicho que claro, que quería tomar té y me ha mirado como si estuviese recién lobotomizada. Se ha ido con una media sonrisa, seguramente pensando que las extranjeras somos gilipollas o extraterrestres.

Razón no le falta al hombre, la verdad. Por que en cuanto he entrado todas las miradas me han saeteado, y no precisamente de forma amable. En Oriente Medio los cafés, por norma general, están reservados a los hombres y en algunos casos, a las prostitutas. No hay ningún letrero a la entrada que diga que las féminas tienen prohibida la entrada, pero ninguna jordana de lo que aquí consideran "familia decente" estaría sola por la calle a las once de la noche, ni mucho menos en un café rodeada de hombres.

Así que mientras Fairuz se desgañita y llora por que no la quieren (como si fuese la única...), sorbo mi té intentando parecer lo menos prostituta posible, y hablo con Julita que está al otro lado del mundo. Lo peor es que tengo que ir al baño y llevo falda... y el baño está al final del café.
Mamá no te preocupes que voy a hacer un sprint, y no me van a ver pasar siquiera...

Pero ya entiendo por qué las árabes no van a los cafés, sobre todo con falda.

Inshaallah, hasta otro día!

Tuesday, April 6, 2010

A Jerusalén

Me voy, me voy, me voy, me voy, me voy para allá